Sobre golpear los huevos y su inclinación sádico/masoquista.

LA COMEDIA SEXUAL 
Y MATAR A LOS GATITOS.

La máxima broma gabacha es golpear la ingle. Con objetos, el puño o la clásica patada en las nalgas con la espinilla directa a los testículos. El dolor es lo cómico y su repetición siniestra se ha convertido en una práctica sexual variada y cruel. En su tinte Masoquista en un teatro cómico-sexual y en su forma Sádica se ha llegado a matar animales.

La idea general de la broma sexual es humillar pateando o pisando. La playa o un centro comercial pueden ser el escenario para que una chica le patee la ingle a un tipo. En la versión Soft, él cae al piso ataviado por el dolor y en algunas ocasiones ella lo pisa de nuevo ó, lo remata con varios puntapiés celebrando victoriosa.
El tipo se cubre con las manos.  Jackass tiene variedad de ejemplos de “pegar en las nueces”, así como Tarantino formas de escenificar el recorrido de una bala.
     En la comedia sexual Hard Core se le llama Torture Cock Ball, (Tortura de verga y bolas) Foot Pleasure, (Pie Placentero) o “Pisándote los huevos”, aunque hay variedad de nombres que van de lo siniestro a lo guarro. No es sólo el título lo gracioso, sino el absurdo, el suspenso y la fantasía en la inversión de la ley. Resulta cómico un sacerdote aplastando la vagina de una Dominatrix, o una Dominatrix avergonzada por aplastarle los testículos al sacerdote. Mientras se espera que pisar las bolas sea una forma de castigo o que reprima la erección, resulta cómico que la punición y lo prohibido, le hagan la vida placentera al cura. Como el niño que es fuertemente golpeado por su madre y en vez de experimentar el castigo, el niño diga “no me dolió” y ría. Los extremos sexuales son graciosos, además, porque rebasan el orden de las expectativas -o de lo que se esperaría del porno que aplasta “las nueces”. Pero todo extremo, bien sea práctica sexual o no, es objeto de burla. Como el enano de Proyecto X, que utilizando el puño en vez del pie, golpea la ingle de varios tipos a su paso. Al final hay un golpe en la ingle de una chica.
     El dominio del pisoteo se acompaña con algunos objetos de devoción. Zapatillas con estoperoles,  tenis (Nike, Puma, Jordan, Adidas), botas militares o el cagadísimo “calcetín adoratorio” donde el tipo huele, lame los calcetines o bien, sólo le “estrujan el chorizo”. Uno puede ver a un adolescente recostado y una chica, con grandes tenis Jordan, pisarle los testículos y caminando por su pecho y abdomen. En otra parte puede ver una zapatilla estrujando el pito de un tipo enmascarado, con los brazos atados a un camastro. Ella ríe y él expulsa su semen en el piso. El esperma es pisoteado y embarrado, como tratando de lastimar o borrar las huellas del placer que le provocó… En otras connotaciones se aplastan las manos con los pies descalzos y/o sucios, pero todo depende de la fantasía personal y por supuesto, de lo cómico que se vea -aunque no exista una conciencia de que pisar sea cómico. Eso es otra cosa que lo hace gracioso.
      ¿Qué es lo interesante de la comedia sexual, digámosle, Tiranía Vs Tanates? Debo confesar, que de primer pie, carezco de la experiencia Tiranía Vs Tanates; pero supongo, que lo placentero en el masoquista es el venirse luego de ser castigado, en el sádico la satisfacción de ser la mujer-verdugo y en el espectador chaqueteársela. No obstante, en ésta obra, la supremacía es del pie (y sus objetos de adoración) para despertar la libido. Se denota cuando una zapatilla deshace penes hechos de plastilina, devasta salchichas alemanes o destruye bolas de cristal cubiertas con lodo. También, porque en este tipo de porno el rostro se ve poco, y el exagerado y ridículo orgasmo de los actores/actrices, ni se ve.
    Parte del placer es que en la comedia sexual cada quién interpreta su rol y que la división entre masoquismo y sadismo sea tajante. Lady Macbeth no interpreta a Duncan ni viceversa; es decir, entre los participantes no hay unidad, no existe sadomasoquismo en el Foot Fetish, como sostiene Deleuze en el Presentación Sacher-Masoch. El sadomasoquismo es un “monstruo semiótico” porque el masoquista es masoquista, y el sádico es sádico. Punto.
     
El masoquista es un actor representando una obra. Apela a un nivel sentimental para formular reglas y contratos no escritos. Si bien su premisa es “trasgredir la ley”, lo prohibido y la moral establecida, su fin es sufrir antes del clímax. Como aquel niño que se baja los pantalones ante su madre replicándole: “!Pégame! Soy un chico malo” Si la madre acepta, además de cagado, el niño en su representación gritaría: “Más fuerte. Más rápido. Toma el fuete. Písame el huevito…” En otras palabras, el masoquista (niño-actor) es el pedagogo de su propia tortura. Tiene que educar al verdugo antes de ser dominado y lograr la satisfacción de su fantasía. El masoquista, se sabe, tiene una palabra secreta para su verdugo, que dirá para finalizar la comedia sexual. Si al niño le sangra el testículo, luego de que se lo atravesaron con la zapatilla, él dirá: “Poni descarriado, poni descarriado”, el contrato se acaba y se sigue el camino hacia el hospital…
     Si el masoquista le dijera al sádico: “Hazme machaca, ¡con huevos!”, el sádico respondería: “Nel”.  Ésta respuesta, se debe a que el sádico no soportaría pactar con un masoquista y, por otro lado, a que el sádico es un “pasado de verga” simbólica y literalmente  -explicaría el psicólogo aunque con más solemnidad. Su sadismo es una respuesta a su falta de pene y con una demostración de violencia sustituye simbólicamente su carencia. En otras palabras, muestra que es un chica que no tiene pene y no obstante es una “pesada de verga” en sus actos violentos. Sumerge a su víctima en el caos, le provoca sufrimiento por placer, es radical y destructiva. El sádico, no se limita a una representación teatral, no hay acuerdos y sus inclinaciones se dirigen hacia lo mezquino y traumático. La versión sádica del Pie-Sexoso se llama Crush.

     En efecto, en el Crush (Aplastar) chicas con zapatillas ríen mientras aplastan y destripan gatos. En ésta variedad de sadismo del pie, el espectador no tiene los problemas legales como en el Gore y el Snuff, y sí un animal esclavo al servicio del goce humano, un clímax mortuorio y un final grotesco y traumático. Los asesinos de “gatitos”, en sentido Kindergarderniano, son el principio de futuros Luka Magnotta (aquel asesino de gatos que fuera perseguido por activistas en contra de la tortura animal) o de extremos que tienen que seguir alimentándose de deseos violentos y crueles para sentirse vivos.
     El masoquismo y el sadismo rompen las reglas, los límites establecidos, trasgreden la moral y ciertos límites. Ver cómo le aplastan los testículos a un tipo resulta cómico y liberador, de hecho, el humor rompe las reglas, los límites y trasgrede... Mucho del porno sado/masoquista es tan absurdo como una mala comedia, satisface los extremos  de la vida pesada, serie y llena de amarguras en los que nos enfrascamos. Como si el Fisting  no funcionara como una metáfora de las angustias y problemas en que uno se mete… Sin embargo, para gozar no se necesita de la excentricidad  de la diva del pedo, ni del exhibicionismo de puño en el ano. Quizá, estas prácticas sopesan los momentos de amargura y fatiga que provoca, tanto en sus participantes como en sus espectadores, ese deseo constante de una vida romántica idealizada. Si son practicadas, que así continúe siendo y ¡Haz tu voluntad! si deseas practicarlas. De cualquier forma, una práctica sexual así no puede ser tomada en serio ¡Cámara! ¡Alguien le pisa los huevos a un cabrón! Es idiota. Lo que nos resta, es ver lo ridículo del asunto. No obstante, matar, y sobre todo de formas sádicas, no puede ser justificado con nada. La vida se justifica sólo con más vida.

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